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La Sella es un pequeño y pintoresco pueblo situado en la comarca de la Marina Alta, en la provincia de Alicante. Este encantador enclave se encuentra en un entorno privilegiado, rodeado por la belleza natural de la montaña y cerca de la costa mediterránea, lo que lo convierte en un lugar ideal para quienes buscan tranquilidad, pero con fácil acceso a todo lo que la región tiene para ofrecer.
La Sella es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el senderismo. El pueblo está ubicado en las laderas de la Sierra de la Solana, lo que le otorga vistas espectaculares hacia los paisajes montañosos y las huertas cercanas. La vegetación que rodea La Sella es exuberante, con una rica biodiversidad que incluye árboles frutales, almendros y olivos.
En sus alrededores, se pueden encontrar diversas rutas de senderismo que permiten explorar la Sierra de la Solana y disfrutar de vistas panorámicas de la Marina Alta. Es un lugar ideal para paseos tranquilos y actividades al aire libre, como el ciclismo de montaña o el senderismo.
Con un reducido número de habitantes, La Sella conserva el encanto de un pueblo tradicional, donde la vida transcurre a un ritmo pausado. Sus casas blancas y callejones estrechos evocan la arquitectura típica de la región. A lo largo de sus calles se pueden encontrar pequeños comercios locales, donde los residentes y visitantes disfrutan de la cultura y la gastronomía de la zona.
La Iglesia de San Antonio Abad, ubicada en el centro del pueblo, es uno de los principales puntos de interés. Esta iglesia de estilo tradicional es testimonio del legado histórico del lugar, que se ha mantenido a lo largo de los siglos. Las festividades religiosas, especialmente las dedicadas a San Antonio, son una parte importante de la vida comunitaria.
A pesar de estar ubicado en el interior, La Sella disfruta de una ubicación privilegiada cerca de la costa. En solo 15 minutos en coche, los visitantes pueden llegar a las hermosas playas de Denia y Oliva, donde el mar Mediterráneo ofrece aguas cristalinas y paisajes impresionantes.
La cercanía a las playas también permite a los residentes y turistas disfrutar de una amplia gama de actividades acuáticas, como el buceo, el windsurf o la navegación. Además, la costa de la Marina Alta es conocida por su oferta de restaurantes de mariscos, donde se pueden degustar los mejores platos locales, como el arroz a banda o la paella.
La gastronomía de La Sella está basada en los productos locales, destacando los arroz y los cítricos de la región. Los platos tradicionales incluyen arroz a la marinera, fideuá y caldereta de pescado. Los embutidos caseros, como la butifarra y el chorizo, también forman parte de la cultura culinaria local.
Las celebraciones de fiestas locales y tradiciones son una parte integral de la vida de La Sella. La fiesta en honor a San Antonio Abad es una de las más destacadas, donde se organizan actividades religiosas, conciertos, danzas y una feria popular que atrae tanto a los habitantes como a los visitantes.
La Sella se encuentra a tan solo 8 kilómetros de Denia y a 100 kilómetros de Alicante, lo que lo convierte en un lugar accesible tanto desde otras ciudades de la Costa Blanca como desde el interior de la provincia. El pueblo tiene fácil acceso a la autopista AP-7, lo que facilita los desplazamientos hacia otras zonas de interés de la región.
Además, su cercanía a Denia y a la red de transporte público hace que La Sella sea un punto de partida ideal para explorar tanto la costa como las montañas cercanas.
La Sella es un lugar donde se combina la serenidad de la montaña con la cercanía al mar, lo que lo convierte en un destino perfecto para aquellos que buscan disfrutar de un estilo de vida relajado en un entorno natural único. Este pequeño pueblo, lleno de tradición y belleza, ofrece una experiencia auténtica de la vida mediterránea, rodeado de paisajes impresionantes y con acceso a las mejores playas de la Costa Blanca.
